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Flamento para flamencos

Flamento para flamencos
  • ISBN: 978-84-612-7786-5
  • Género Literario: Cultural
  • Autor: Manuel Sánchez Bracho
  • Fecha: 01/01/2009
  • Editorial: Publicación propia

Por la cultura y para las personas quiero compartir este trabajo

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Reseña

'Flamenco para flamencos', de Manuel Sánchez Bracho, es un libro dirigido a aquellos que deseen adentrarse y profundizar en el fascinante mundo del flamenco, intentando conducir al lector de manera amable al conocimiento y a la pasión de nuestro cante, toque y baile.

El libro cuenta con 19 capítulos divididos en dos partes bien diferenciadas. En la primera se hace un análisis histórico del nacimiento del arte flamenco, distinto a las teorías expuestas por otros autores, sustentado en la defensa de lo rural como fuente y raíz de todo el flamenco convertido en arte, merced a los artistas que sobresalen del grupo, situando su nacimiento en la Serranía rondeña y sus estribaciones. La segunda parte es un tratado general del cante flamenco y de sus diferentes palos y estilos con dos capítulos dedicados al baile y a la guitarra.

Manuel Sánchez Bracho es profesor y fue alcalde de Estepona Y Presidente de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol. Es autor de una veintena libros, obras de teatro y montajes musicales, siempre con el flamenco como protagonista, destacando su 'Ópera flamenca', que dio con éxito la vuelta a España.

Sánchez Bracho, al que conozco desde hace muchísimos años, fue un hombre de confianza en Andalucía del ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez, presidiendo el CDS en Málaga.

Comentarios

Ampàro Bustamante
Mucho había oído hablar del libro “Flamenco para Flamencos” y siempre muy bien, por ello estaba predispuesta a su lectura. Una vez empezado pude comprobar que no solo no habían exagerado al hablarme bien de él, sino que se habían quedado cortos al hacerlo. Flamenco para Flamencos es un libro necesario para todos los que amamos el flamenco y queremos sumergirnos en él. Es un libro objetivo y que tiene todo cuanto deseamos saber los que amamos nuestro arte. Su lectura es muy interesante y repleta de la seriedad que debe caracterizar a un buen libro. Su autor Manuel Sánchez Bracho ha dejado escrito una gran obra que se echaba de menos. Gracias Manuel por escribirla. La aconsejo como no podía ser de otra forma.
Paco Valero Vargas
Flamenco para Flamencos” es una lección de humildad y una ventana abierta para los demás. Nada hay definitivo en él, pues ya se sabe que el ensayo flamenco se presta a continuas revisiones y a opiniones dispares dependiendo de la documentación que va apareciendo o de la lectura que se haga de la misma. Este libro es una visión general del cante flamenco que satisface la mera curiosidad o el conocimiento exhaustivo tanto del lector interesado como del estudioso o investigador. La obra está dividida en diecinueve capítulos, agrupados en dos partes claramente diferenciadas: En la primera, la defensa de una teoría hecha sobre la base de análisis históricos bien argumentados y profusamente documentados, enfrentada a teorías anteriores, aunque aportando conclusiones propias a partir de la documentación de que dispone el investigador. Probablemente una teoría más, discutible sin duda, sustentada en la defensa de lo rural como fuente y raíz de todo el flamenco, convertido en arte merced a los artistas en tanto que individuos de la colectividad de la que se nutren: lo coral no se contrapone a lo individual, sino que se complementan para crear lo que ahora conocemos como cante flamenco. Es una teoría en la línea de lo que defendemos algunos desde hace años, pero complementada con nuevas conclusiones que la hacen distinta, como por ejemplo: estar localizada en la Serranía de Ronda y sus estribaciones. La segunda parte es un tratado general del cante flamenco y de sus diferentes palos y estilos. Y, además, dos incursiones en el mundo de la guitarra y el baile flamenco que redondean la obra, toda ella muy bien estructurada y mejor explicada. Se nota que el autor es maestro, y un maestro –como un cantaor o un torero - lo es para toda la vida. Desde el título de su llamativa portada hasta la última línea de sus más de cuatrocientas páginas sigue una línea común de lógica histórica, desdeñando teorías ya trasnochadas y esas mentiras piadosas de las que tanto se ha alimentado la investigación flamenca. “Flamenco para flamencos”, ha sido escrito con la máxima objetividad posible, huyendo de todo tipo de dogmatismos y presentándole al lector otras opiniones distintas a la del autor con el fin de que el lector saque sus propias conclusiones. Estoy convencido de que el día que se desmitifique la formación del cante flamenco habremos dado un gran paso para adentrarnos en sus orígenes y llegaremos a tener un mayor conocimiento de él. Este libro es una vía abierta y no un tratado que siente cátedra. Su prosa, nunca inhóspita, nos conduce de manera amable al conocimiento y a la pasión del cante flamenco, que siguiendo las enseñanzas del siempre recordado José Núñez Meléndez “Pepe el de la Matrona” se resume en dos características esenciales: corazón y cabeza. Enseñar deleitando, como aprendimos de los viejos pedagogos. Eso es lo que consigue Manuel Sánchez Bracho
Marcos Escánez Carrillo
Se echaba de menos un libro introductorio al flamenco que no fuera “más de lo mismo”; que no contara el ABC de los diversos textos que ya manidos, se repiten descarada y desvergonzadamente en múltiples trabajos donde el rigor y la vergüenza torera brillan por su ausencia. Por este motivo es más que bienvenido un volumen como éste. Sánchez Bracho denota conocimiento y afición al recopilar textos y citas que acreditan su planteamiento sobre el origen del flamenco. El lector podrá o no estar de acuerdo, pero el estado en cuestión está bien trabajado y bien expuesto. Su disertación sobre el origen de la palabra Flamenco, así como la recolección de las primeras noticias sobre los cantes y bailes preflamencos es muy completa. Cabe destacar la importancia que el autor concede a la Serranía Rondeña y sus estribaciones en cuanto al origen del flamenco se refiere. Muchas de las explicaciones se centran o se relacionan con esta zona geográfica. Algo parecido sucede con la población gitana y su historia en Andalucía. Sánchez Bracho aboga por la fusión del pueblo gitano y el pueblo morisco, así como el desplazamiento de esta comunidad asentada en la serranía hacia las grandes ciudades, en lo que pudiera entenderse como un proceso de flamenquización de los cantes serrano-camperos. Todo esto se trata en los primeros capítulos. El resto, a excepción del último que lo dedica a la guitarra, los estructura para estudiar cada uno de los palos agrupándolos por familias. Seguramente cada lector podrá extraer sus propias conclusiones, al igual que podría sugerir algún que otro matiz a la agrupación de palos que propone el autor; pero personalmente creo que eso carece de importancia. Lo relevante es que en el tratamiento del detalle impera el rigor y como decía al principio de la reseña, un trabajo como este era necesario porque no abundan.
Antonio Roche
Un libro establece el nacimiento del flamenco en Ronda 'Flamenco para flamencos', de Manuel Sánchez Bracho, es un libro dirigido a aquellos que deseen adentrarse y profundizar en el fascinante mundo del flamenco, intentando conducir al lector de manera amable al conocimiento y a la pasión de nuestro cante, toque y baile. El libro cuenta con 19 capítulos divididos en dos partes bien diferenciadas. En la primera se hace un análisis histórico del nacimiento del arte flamenco, distinto a las teorías expuestas por otros autores, sustentado en la defensa de lo rural como fuente y raíz de todo el flamenco convertido en arte, merced a los artistas que sobresalen del grupo, situando su nacimiento en la Serranía rondeña y sus estribaciones. La segunda parte es un tratado general del cante flamenco y de sus diferentes palos y estilos con dos capítulos dedicados al baile y a la guitarra. Manuel Sánchez Bracho es profesor y fue alcalde de Estepona Y Presidente de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol. Es autor de una veintena libros, obras de teatro y montajes musicales, siempre con el flamenco como protagonista, destacando su 'Ópera flamenca', que dio con éxito la vuelta a España. Sánchez Bracho, al que conozco desde hace muchísimos años, fue un hombre de confianza en Andalucía del ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez, presidiendo el CDS en Málaga.
Álvaro de la Fuente Espejo
Cuando las cosas se hacen con elevadas dosis de cariño, esmero e imaginación, a pesar de encontrarnos en un momento de duros ajustes presupuestarios, el resultado final no puede ser más que la gratitud, el reconocimiento, el disfrute y la satisfacción de las cosas bien hechas. Pues bien, estimados lectores, estas son las sensaciones percibidas el pasado viernes en la sede de la Asociación Amigos de la Música tras la presentación del extraordinario libro “Flamenco para Flamencos” del escritor Manuel Sánchez Bracho, organizada por la Fundación Juan Rejano del Ilustre Ayuntamiento de Puente Genil. Humildemente, soy de los que piensan que en tiempos de recortes económicos, culturales y, por qué no, de valores, la presentación de un libro de temática flamenca debe ser un motivo de DOBLE satisfacción. Y enfatizo “doble” porque si por un lado la lectura constituye la mejor herramienta para convertirnos en personas más libres y autónomas de pensamiento, obligándonos a fortalecer y ejercitar el “músculo” más atrofiado en esta sociedad, curiosa paradoja, del conocimiento, nutriéndonos de la mejor medicina para afrontar, con un mínimo de consciencia y sentido común, las diferentes vicisitudes diarias en sus múltiples ámbitos, por otro lado si, además, esta fomenta la reflexión sobre un arte tan nuestro como el flamenco, la dicha es completa. El género flamenco ha sido un arte, durante la friolera de cien años, injustamente infravalorado, vilipendiado, maltratado y proscrito por los ámbitos culturales del país que lo vio nacer. Han sido infinidad las personas, instituciones, artistas, aficionados e intelectuales que, tras una lucha titánica, han situado el flamenco en el lugar que hoy ocupa. Un lugar marcado por el asentamiento de dicho arte en los ámbitos universitarios, en los centros de enseñanza musical-conservatorios-, educativos-y en los currículos de Primaria y Secundaria- y culturales no solamente de Andalucía, sino del resto de España. Pues bien, una de esas personas que ha dedicado parte de su vida a este difícil cometido ha sido, y es, Manuel Sánchez Bracho, una personalidad cultural de primera magnitud. Manuel es un escritor que ha hurgado, a lo largo de su prolija vida literaria, en múltiples aspectos de la cultura: investigación histórica, novela, poesía, composición musical y, por supuesto, flamenco. Vayamos, sin más dilación, al acto en sí. Este, en un entorno idílico, cuidadosamente preparado por los responsables del establecimiento, comenzó a las 21:00 h con la intervención del Concejal de Cultura que agradeció al escritor, el esfuerzo y trabajo desempeñado, señalando la importancia y necesidad de incluir el flamenco como una temática más de las divulgadas por la Fundación Juan Rejano. A este respecto, es la primera vez que dicha fundación-quizás, la institución pontanensa más importante desde el punto de vista cultural-acoge en su seno la presentación de un libro de flamenco; espero que no decaiga. Tras la intervención del concejal, me tocó el turno de palabra; presenté al escritor- destaqué lo más importante de su fecunda biografía- señalando, muy brevemente, los rasgos básicos de “Flamencos para Flamencos”. Y digo “muy brevemente” ya que la auténtica presentación correspondió al protagonista de la noche: Manuel Sánchez Bracho. Éste, tras los oportunos y muy sentidos agradecimientos de rigor, desgranó, con todo lujo de detalles, su hipótesis sobre el proceso de formación del cante. Una hipótesis que sitúa como acontecimiento clave en la génesis del cante, la convivencia entre las clases bajas campesinas-fundamentalmente, gitanos y moriscos-, durante los siglos XVII y XVIII, en la Serranía de Ronda y sus estribaciones. En estos inhóspitos lares, en opinión del escritor-aportó datos históricos corroborándolo-, se asentó una extraordinaria masa de población que se vio obligada a refugiarse, antes las prácticas intimidatorias del poder reinante, salvaguardando y recreando una cultura musical heredada de siglos atrás que fue la que se llevaron a los grandes centros económicos de la época-Cádiz, Jerez y Sevilla-tras la Pragmática de 1783 de Carlos III, constituyendo los pilares sobre los que se edificó el arte flamenco a lo largo del siglo XIX. Sinceramente, me parece una hipótesis, desde el punto de vista histórico, bastante sugerente, apta para ser investigada con más profundidad por la flamencología. Desde siempre esta, en su vertiente tradicional-Manuel Barrios..,- o moderna- Faustino Núñez, hermanos Hurtado…- ha destacado la importancia de la convivencia entre gitanos y moriscos para la formación del cante, basándose en aislados datos históricos y en el sentido común. Pues bien, Manuel nos aporta nuevos y contrastados datos, insisto, muy a tener en cuenta para futuras investigaciones. Tras su didáctica y muy amena charla-algún aficionado, incluso, llegó a plantearle alguna cuestión-, llegó el preceptivo descanso, aprovechado por Manuel para firmar una veintena de ejemplares de su obra-¡un éxito!-y dialogar con los presentes, entre los que se encontraban el Alcalde de Puente Genil, la bailaora Encarnación López, el presidente de Amigos de la Música, una pareja de aficionados venida del mismísimo Jerez y un nutrido grupo de aficionados, intercambiando calurosas y cariñosas palabras. Tras el descanso, actuaron los Carolina López al cante, y Rafael Ortega al toque. En definitiva, estimados amigos, extraordinaria la velada vivida UN SALUDO A TODOS

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