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La Janukiya del maestro de la verdad

La Janukiya del maestro de la verdad
  • ISBN: 13: 978-84-9923-156-3
  • Género Literario: Novela
  • Autor: Manuel Sánchez Bracho
  • Fecha: 01/01/2010
  • Editorial: Cultivalibros

Por la cultura y para las personas quiero compartir este trabajo

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Reseña

"Mat-Yah fue testigo del nacimiento que marcó el inicio de una nueva era. A la luz de la Janukiya escribió los pergaminos en los que plasmó sus vivencias junto al Maestro. El génesis de una nueva fe es uno de los enigmas históricos que se revela tras el hallazgo de unos legajos en la excavación arqueológica realizada en una cueva del Monte Tabor. El misterio que guarda la cueva donde se encuentran los manuscritos, su contenido y la forma en la que son ocultados y sacados de Israel es el comienzo de esta fascinante historia, que se fragua en contra de las autoridades judías y del Vaticano". La obra comienza con las vivencias de dos investigadores que deciden adentrarse en una misteriosa cueva del Monte Tabor de Israel. Esta resultará ser un recinto mortuorio que guarda muchos secretos. Los tesoros y hallazgos les conectarán con un extraño personaje contemporáneo de Jesús cuya identidad conoceremos intercalando su historia con la trama del presente. Los protagonistas emprenden un proyecto de investigación junto a un sorprendente y erudito estudiante que les facilitará las traducciones más complejas, y a la vez, les pondrá en contacto con una sociedad secreta muy poderosa interesada en conservar los manuscritos originales y preservarlos de los poderes del Vaticano.

Comentarios

Juan Gaitán
Escribir novelas, quiero decir buenas novelas, es un acto de fe y también un acto de rebeldía. De fe porque es como echarse a nadar en la orilla de un océano y creer que tendrá uno las fuerzas suficientes como para llegar hasta la otra. Y de rebeldía porque cuando uno se rebela contra la realidad que le rodea, contra la realidad que no le gusta, o simplemente contra el mortal silencio, acaba haciendo una locura o escribiendo una novela, que quizás venga a ser lo mismo. A pesar de que no corren buenos tiempos para la buena literatura, para ese supremo arte de contar historias grandes y contarlas bien, a pesar de que existe una evidente saturación del mercado y un arrinconamiento despiadado de la buena literatura a manos del mercantilismo más hipócrita, porque parece que hemos olvidado que la literatura es cosa de letras y no de números, todavía hay quienes creen que la revolución es posible, que se puede reinventar el mundo y mejorarlo desde la palabra, desde la creación. Manuel Sánchez Bracho es de esa cofradía, y por eso escribe novelas como quien construye universos, mirando al cielo y a la tierra. Manuel, que ha escrito mucho a lo largo de su vida, tiene ese algo que es tan difícil de encontrar que es su propia voz, aquello que otros llaman registro, tono o estilo. Manuel escribe alejándose de alardes del lenguaje, de complejas arquitecturas narrativas y de intentar crear personajes de perfil inverosímil, y con esas herramientas cargadas de honradez literaria ha construido una novela donde todo es creíble, donde la veracidad se respira desde las primeras líneas a pesar de la aventura y la intriga que late por todas las partes de la obra. Porque Manuel Sánchez Bracho es un escritor de los de antes, de los de siempre, o sea, de los de verdad. Por eso La Janukiya del Maestro de la Verdad nos enreda desde las primeras páginas. Es una novela brutalmente inquietante, monumentalmente emocionante, que producirá en quien la lea una buena dosis de emociones. El lector encontrará ternura y una inquebrantable fe en la verdad y en el amor. Porque Sánchez Bracho escribe sobre la vida. Sánchez Bracho es un hiperrealista que reproduce del natural y nos lo presenta sin tapujos ni excesos de literatosis. Sánchez Bracho consigue que nos reconozcamos en los personajes, que nos acomodemos sus ropas, gocemos sus alegrías y lloremos sus penas. Es tan real y tan viva la novela que consigue hacernos sentir lo que sintieron sus protagonistas, y eso ocurre porque gracias a su eficacia narrativa nos reflejamos en sus personajes como nos reflejamos siempre en el viejo álbum de fotos de la familia. La Janukiya del Maestro de la Verdad es, por tanto, un formidable ejercicio de literatura que, partiendo de un modelo cervantino, el de un manuscrito encontrado y reproducido, se sostiene sobre una estructura clásica de planteamiento, nudo y desenlace, porque su fuerza, su enorme vitalidad (esa misma vitalidad arrolladora de su autor) está en el argumento, no en su arquitectura. Manuel ha corrido un riesgo innegable al atreverse con la historia más grande jamás contada, entre otras cosas porque todos la conocemos o, más bien, creemos conocerla. Sin embargo él ha conseguido llenarla de novedad, de intriga, de interés, de sorpresa. Hay personajes inolvidables, como Mat-Yah, el apostol décimo tercero, el testigo del nacimiento que marca el inicio de una nueva era, cuyos pergaminos son el hilo conductor de la historia, o como Mariamne, compañera de Jesús, a través de quien el autor reivindica el importante, decisivo papel de la mujer en la historia, en el mundo. Pero la Janukiya del Maestro de la Verdad es, sobre todo, la novela de un personaje. El autor, con una gran intuición de narrador, de contador de historias, que al fin y a al cabo es de lo que se trata, utiliza a los personajes secundarios para desde ellos explicarnos al auténtico protagonista, a Jesús, una figura que logró cambiar la faz del mundo con su mensaje y que ha fascinado a la Humanidad durante los últimos dos mil años. El autor sabe darle el toque perfecto de contemporaneidad construyendo, desde el principio, una narración cosmopolita a la que le cabe el concepto de globalización, con personajes que viajan por el mundo, utilizan los últimos adelantos tecnológicos y luchan contra gobiernos y centros de poder interesados en que la verdad, esa verdad que está llamada a hacernos libres, no se sepa nunca. La Janukiya del Maestro de la Verdad es una novela que entronca con una larga tradición literaria, que ancla sus raíces en la herencia de los grandes novelistas del siglo XIX y del XX. Hay en ella todo lo que uno puede pedir. Intriga, amor, aventuras, lucha, traición, vida y muerte. O, lo que es lo mismo, literatura en estado puro, que es como decir un trozo de vida, y también un trozo de creación, de inteligencia y, claro está, de revolución. Porque hay que ser un revolucionario para creer que el mundo puede cambiar, que se puede reinventar desde la palabra, como lo cree Manuel Sánchez Bracho, como lo creyó aquél Jesús de Nazaret que vivió hace dos mil años. Como yo mismo lo creo con toda la fuerza de mi alma.
Joaquín Guirval Díaz
“Alcance muy temprano aquellas escarpadas rocas calizas del cretácico para, desde la altura de la montaña, visualizar el paisaje del que tan bien me habían hablado. Me encontraba en la baja Galilea, al norte del Valle del Jezreel y al suroeste del Lago Tiberiades, ascendiendo el Monte Tabor…” Son las primeras líneas de “La Janukiya del Maestro de la Verdad”, una novela histórica que hoy presentamos y que nos hace reflexionar sobre los orígenes del cristianismo y de cómo las luchas de poder y la situación política que marcaba esa zona del planeta hace 2.000 años, modeló esa doctrina transformando sus postulados iniciales. La historia que nos cuenta Manuel Sánchez Bracho no solo nos permite trasladarnos a la convulsa tierra en la que Jesucristo nació y creció y que es descrita con tal profusión de detalles que nos es fácil meternos en la misma piel de cualquiera de sus habitantes mientras devoramos una página tras otra; no solo nos describe casi obsesivamente los paisajes, costumbres o útiles de la vida cotidiana de aquellos tiempos; no solo recrea las palabras y hasta el pensamiento de los personajes de la trama hasta hacernos creer que asistimos a la escena como espectadores de primera fila; no solo nos revela con exactitud la moral y hábitos religiosos de los judíos de aquellos años de dominación romana, de zelotes, esenios o fariseos. Manuel en esta obra habla de amor y odio; de cómo antes, igual que ahora, la envidia, el ansia de poder o el miedo a perder el “stato” (que el “status-quo” cambie), nos hace ser capaces de cometer la mayor de las atrocidades. El resultado no es otro que ver a Jesucristo crucificado. Pero la historia de Jesús que nos presenta en este libro es diferente (como habrán podido comprobar los que lo han leído) a las versiones oficiales de los dirigentes de la Iglesia Católica. No es el único que en una obra literaria cuestiona los evangelios de Mateo, Marcos, Lucas o Juan, pilares de la Iglesia, y que fueron escritos claramente para fortalecer la idea de un Jesús “Hijo de Dios” de divinidad incuestionable y capaz de obrar milagros. Sánchez Bracho, con un verbo que permite una lectura fluida, construye un apasionado relato en el que pormenorizadamente nos presenta al ideólogo del cristianismo en su día a día. Como se forma, cuales son las causas y cosas que labran su personalidad, como se transforma poco a poco y modifica los principios del judaísmo hasta convertirlo en una nueva religión basada en el amor y en la solidaridad. Empezó siendo un zelote, un nacionalista contrario al poder de Roma, y se convirtió en un inquebrantable pacifista dispuesto a hacer llegar su mensaje sin reparar en fronteras: una patria común para toda la humanidad. El autor de “La Janukiya” utiliza para contarnos la historia de Jesús los pergaminos legados por “Mat-Yah”, su fiel amigo y protector desde su nacimiento hasta el momento de su muerte, sucedida según el relato, de forma muy distinta a la oficialmente reconocida. En este libro también se da una visión muy diferente de Mariamne, la María Magdalena, esposa de Jesús y madre de su único hijo. Su papel en la vida del Mesías, del hijo de Dios, del Rey de los judíos…, en la propagación de su mensaje de paz y amor fue determinante. Pero será mejor que lo descubran ustedes mismo leyendo este emocionante libro. En los foros de Internet alguien ha llegado a decir que, haciéndolo “ha encontrado a Jesús”, al Jesús hombre más allá de las limitaciones impuestas por una doctrina religiosa; a un Jesús con inquietudes que se reveló contra la insolidaridad entre los seres humanos. Manuel Sánchez Bracho ha necesitado mucho tiempo para tejer este relato con actores perfectamente hilvanados envueltos en un sin fin de diálogos que se desenvuelven en un espacio y una época perfectamente dibujados y con lo que consigue sacar al lector del patio de butacas para meterlo directamente en el escenario. Hoy me siento a esta mesa como hombre dedicado a la radio que ha tenido el placer de entrevistarle en muchas ocasiones por muy diferentes motivos dada sus múltiples facetas de escritor, historiador, compositor o político. Por eso, si a mis manos algún día hubiera llegado este relato, no como libro histórico sino como un descubrimiento de dos destacados investigadores, seguramente me hubiera referido a “La Janukiya del Maestro de la Verdad” dando la noticia de esta forma. “Y ahora una última noticia: Un arqueólogo y un paleontólogo españoles descubren y dan a conocer unos manuscritos atribuidos a un apóstol de Jesucristo hasta ahora desconocido que podría hacer tambalear los pilares del cristianismo. Los pergaminos, escritos en el siglo I d.C., fueron encontrados junto a dos cuerpos en una cueva del Monte Tabor, en Israel. Los escritos cuestionarían algunos milagros atribuidos a Jesús e incluso la resurrección de su cuerpo tras ser crucificado aunque reconoce su figura como la impulsora de un nuevo movimiento religioso que ha perdurado hasta nuestros días. El Vaticano niega la autenticidad de los pergaminos escritos por el que suponen fue el décimo tercer apóstol de Jesús y su más fiel amigo”. Manuel, muchas gracias y felicidades por el trabajo.
Jacinto Ll. Pérez
La novela histórica "La JANUKIYA DEL MAESTRO DE LA VERDAD" que Manuel Sánchez Bracho nos ha brindado es un regalo para los sentidos. De la mano del autor viajamos a una Jerusalén convulsa y con un fuerte sentimiento nacionalista de tal manera que somos espectadores, pero a la vez partícipes, de todo cuanto sucede a los protagonistas de la novela, escrita con una tensión narrativa y un dominio de todo cuanto aconteció en aquel tiempo que Sánchez Bracho ha sabido dominar y dosificar a su antojo con una mesura y una precisión maestra que da la clave al éxito que está teniendo esta novela histórica. Sánchez Bracho reescribe la historia de un Jesús más humano y creíble, que hace de su nacionalismo una causa para el Mundo y por el Mundo y por ende nos hace participe de su mensaje. Creo sinceramente que este libro tiene una enjundia que va mucho más allá de la mera novela histórica y deriva al lector en una profunda reflexión espiritual marcada sin duda por el sabio dominio de la mezcla de culturas de la época que Manuel Sánchez Bracho ha reflejado en "La Janukiya del Maestro de la Verdad". Uno al leerla se disgusta porque tiene que dejarla para trabajar o dormir, pero al acabarla el disgusto es mayor... aunque entre el autor y yo ha quedado una pregunta cuya respuesta me ha supuesto una gran satisfacción. Es una novela de la que su autor debe sentirse orgulloso de haberla escrito y yo de haberla leído
Carmen Ocaña
La novela histórica “La Janukiya del Maestro de la Verdad" de Manuel Sánchez Bracho sorprende tanto por su temática como por su fácil lectura. Esta te engancha desde su primera lInea, te envuelve, te lleva a otra época, te va enseñando la Luz entre las tinieblas, te deja un buen sabor, te llega al corazón, te hace reflexionar y te confirma lo que muchos creen, pero muy pocos somos capaces de admitir. Jesús existió, fue un hombre, no un Dios. Fue un revolucionario, que luchó con el arma más mortífera del universo: La palabra.
Francisco Javier Pérez Madrid
A la hora de hablar de la novela del profesor Sánchez Bracho, no puedo sustraerme a verla bajo dos puntos de vista definidos. Uno, el hecho de conocer al autor y haber podido compartir conversación e intercambio de opiniones; para mí, ambas cosas un verdadero privilegio. La segunda, como lector que además siente pasión por la historia de la antigüedad. Con respecto al primero, mi lectura de La Janukiya me transportó a un relato que parecía estar contándome personalmente el autor. A cada palabra, coma, párrafo o capítulo, me parecía estar escuchando a Manuel, sentí que era él mismo quien me estaba contando la historia. La Janukiya es una obra suya, pero también es Manuel en esencia, es su forma de hablar, de razonar y de instruirte. La leí en un día, y durante esas horas pude estar con Manuel, noté su presencia. Como lector me sentí transportado a la época en que se desarrolla la obra, ya que como diría un cinéfilo, “está muy bien ambientada”. Describe lugares, usos, costumbres, vestuarios, comidas, caminos y ciudades con una exactitud sencilla y natural, lo que hace que viajemos en el tiempo casi sin darnos cuenta. Para los que nos gusta escarbar por la historia, es notorio el conocimiento que de ella tiene el autor, cuestión ésta que no le ha impedido describir a los personajes y hacernos el relato con una exquisitez y buen gusto encomiable. Ha humanizado la figura de todos ellos, acercándonos a una espiritualidad creíble desprovista de dogmas. He disfrutado con su lectura, me ha gustado mucho. Me permitiré la licencia de felicitar a Manuel por su trabajo a la par que le doy las gracias por poder disfrutar de esta obra.
Francisco Javier López
Hay mucha valentía por parte del autor, pero de la física, al tocar un asunto de tanta sensibilidad y crear una realidad alternativa a la historia ortodoxa. En mi opinión la acción de la novela histórica "La Janukiya del Maestro de la Verdad", se adaptaría, creo que muy bien, a un guión cinematográfico, porque tiene todos los ingredientes necesarios: argumento sólido, planteamiento de una historia cargada de intriga, aventura, pensamientos actuales que todo el mundo comprende, buenos exteriores para filmar y personajes con mucho carácter entre otros. Y todo esto con una buena banda sonora que proporcione el ambiente adecuado de cada situación. Sería fenomenal que llevaran al cine esta gran novela.
Francisco De Asís López Serrano
La Janukiya del Maestro de la Verdad es una novela histórica (aunque como veremos contenga manifestaciones de “rabiosa” actualidad, como se decía antes). Una novela ambientada en los primeros años de nuestra era y en un espacio convulso como Judea. Narra la vida de un hombre llamado Jesús, que coincide con el Jesús histórico, pero de cuya existencia realiza el autor una interpretación libérrima, recreada y “posible”. En cuanto a la estructura, responde al formato, clásico ya, de división en tres partes: el hallazgo del manuscrito, el relato del contenido y el cierre o conclusión con interpretación abierta. Una estructura sencilla puesta al servicio de una escritura clara, sin alardes, precisa y dispuesta a comunicar lo que pretende comunicar. Y lo que nos comunica es la vida azarosa de una serie de personajes que vivieron en los confines del Imperio romano hace dos mil años y que se empeñaban en zafarse de su dominio, militando, sobre todo, en la organización de los zelotes, movimiento político nacionalista que se erigió en la facción más radical del judaísmo de su época. Porque la novela versa sobre muchos aspectos: la violencia, el pacifismo, la solidaridad, la fraternidad (representadas estas virtudes últimas, sobre todo, por la comunidad de los esenios), incluso la emancipación de la mujer, pero lo fundamental estriba en constituir una novela de personajes, de actitudes, unas veces encontradas y otras enfrentadas. Una novela en la que el gran desafío ha sido encajar una nómina bastante amplia de actores en un escenario convulso. Lo que podría haber derivado en un texto disperso, se ha convertido en una unidad perfectamente trabada en la que el personaje del Jesús posible cataliza y canaliza la acción. Frente a él, junto a él, cualquier personaje cobra sentido. Personajes, además, cuya existencia es fruto, en muchos casos, de la prodigiosa imaginación de Sánchez Bracho. Y es que por mucho que espiguemos en los Evangelios, canónicos o apócrifos, no vamos a encontrar ni rastro de muchos de ellos. No obstante, su presencia se podría considerar normal, lógica, dentro de un relato que el autor ha pergeñado para, al fin, darle un aspecto humano a Jesús y a su entorno. Y éste es el gran logro de nuestro querido amigo: hacernos «creer» todo cuanto acontece. Pues si en la Biblia y en los textos alternativos los personajes «aparecen», en La janukiya se nos revelan con toda su trayectoria vital, con su familia, en su ambiente, con sus inquietudes y sus contradicciones. La «humanización» de Jesús la consuma reinterpretando el texto bíblico. Si Jesús era depositario de poderes sobrenaturales, no era gracias a la «herencia paterna», sino a haber adquirido una serie de conocimientos sanadores en Egipto que, llevados a Judea, se manifestaban realmente milagrosos. Por otro lado, si Jesús es elevado a la categoría de Maestro lo es en virtud, inicialmente, de su capacidad de liderazgo dentro del movimiento de resistencia contra el Imperio romano. Y por último, María Magdalena, Mariamne, el pilar humano sobre el que descansa Jesús, la compañera que en la Biblia aparece difuminada, sin color, o con un color «increíble», aquí adquiere un tono brillante, física e intelectualmente, y que, como no podría ser de otra manera, se convierte en la compañera y esposa de Jesús. Tal cual. Lo que tanto se ha negado por parte de la Iglesia (los apócrifos en los que se relata este hecho fueron despreciados por la jerarquía eclesiástica), en esta novela alcanza la categoría de lo racional; hasta tal punto, que Sánchez Bracho, en un intento saludable de despejar las contradicciones bíblicas, los compromete en una hermosa historia de amor, desde la que muestra a una joven independiente que manifiesta sus deseos de aprender de la misma forma que los hombres. Todo ello, como digo, en un relato de estructura sencilla, de dos tiempos narrativos y tres voces que nos hablan del Jesús más cercano, quizás del más ejemplar, del que siempre hemos «querido» los escépticos, en el que es imposible no creer pues de sus enseñanzas ha brotado el más bello legado —la solidaridad y el propio pacifismo— que nos ha dejado el Cristianismo.
Ana Abelina Verbena Aragón
Desde mi humilde opinión de simple lectora, quiero felicitar a Manuel Sánchez Bracho como autor de "LA JANUKIYA DEL MAESTRO DE LA VERDAD", por haber sabido tratar la figura de Jesús de Nazaret, desde una perspectiva tan natural, que la cadencia de los hechos que rodearon su vida aparecen como auténticos y afines al nacimiento, vida y muerte de cualquier ser humano, pero a la vez, ¡¡Tan diferente!!... Y no porque algunos lo consideraran el Mesías, sino por la incidencia que tuvo, en aquellos que lo conocieron, su conducta, distante en honestidad, valor y humanidad al resto de los mortales. Una visión mucho más real y lógica sobre lo que pudo suceder, que, sabe dejar una ventana abierta a la Magia que debiera rodear toda vida humana y que es, precisamente, lo que puede llegar a inspirar fé. Mi más sincera Enhorabuena, al autor.
Dorinda Fernández Domo y Pedro López Fernández
Manuel Sánchez Bracho, maestro, autor teatral, poeta, ensayista y novelista alcanza con su última obra " La Janukiya del Maestro de la Verdad", un éxito total. Esta novela que podemos calificar de novela histórica, está muy bien ambientada, estupendamente estructurada, y tiene gran profusión de vocablos. Analiza con todo lujo de detalles los lugares en los que transcurre la acción y deja ésta en suspenso, como esperando una continuación. Manuel, se ha atrevido a tocar temas que todos hemos pensado alguna vez, pero que no hemos sido capaces de manifestar abiertamente. Su personaje de Jesús, como el lo presenta no produce escándalo alguno en los que nos consideramos creyentes. Ojala algún día sepamos más de Jesús Dios, pero sobre todo y ante todo del Jesús Hombre con toda la extensión que esta palabra encierra. Pedro y yo, hemos leído, con cariño y admiración esta novela. Felicitamos al autor por su imaginación prodigiosa, y su ansia de conocer más y mejor a Jesús. ¿Qué habrá escondido en las cuevas de Israel y Palestina todavía? ¿Qué gran misterio nos ocultan los dominicos? Mandamos nuestra enhorabuena a Sánchez Bracho, así como nuestra admiración.
Maricarmen Lozano Francisco
La Janukiya del Maestro de la Verdad es una novela que sobre todo habla de una cosa: habla de hacedores, de aquellos que construyen y no se rinden, personas que tienen propósitos y los llevan adelante, hasta el final. Lo que más me ha gustado, el principio, fascina, te encuentras con alguien (un paleontólogo) que desea ante todo conocer, saber más y no piensa en las dificultades (como el autor), ni se las plantea, todo parece fácil, y así lo hace, de forma fácil, no existen los obstáculos y no invita, nos abre las puertas a una historia fascinante."
José Antonio Rodríguez Amado
En los albores del cristianismo la Iglesia tuvo la necesidad de fijar el dogma y la doctrina de la nueva religión y la primera tarea fue unificar las múltiples versiones y escritos que entonces existían sobre la vida de Jesús. Esa Iglesia primitiva fijó en 4 los libros que contaban la vida y obra del nuevo redentor. Son los llamados Evangelios. Al mismo tiempo inició una severa persecución y destrucción del resto de los textos. Desde la lejanía de los siglos me atrevo a pensar que quizás algunos de estos libros ya para siempre perdidos reflejaban mejor que los evangelios la verdad histórica de lo que en aquellos portentosos años ocurrió. Y es aquí, de esta sospecha, de esta creencia en lo mucho que se nos oculta, en donde entra y escarba el libro que presentamos esta tarde. Es una novela histórica, llena de intriga y misterios, escrita con trazo firme y ágil. El origen del cristianismo, quizás la mayor revolución de todos los tiempos, se convierte gracias a la magia de la literatura y a la maestría de Manuel Sánchez Bracho en "otra historia amena”, coherente, llena de vida y, sobre todo, bien contada. Aunque en ningún momento el libro pierde su finalidad de obra de entretenimiento, va mas allá. Nos hace pensar, hacernos preguntas, porque esta Janukiya tiene más de nueve brazos y todos los componentes del libro atractivo, ese que nos reclama a la lectura a la necesidad de seguir leyendo. Sus páginas están llenas de VIDA y nos habla de personajes que conocemos, pero vistos de otra forma, más cercanos, más humanos, más, diría yo, parecidos a la vida real a los que pudo ser, a lo que quizás realmente ocurrió. Son, gracias a la pluma de Manuel, seres reales que se mueven en un mundo real y por tanto, aman, tienen hijos, disfrutan de la vida y luchan, como seres cm prometidos, contra los poderosos de la época: el yugo romano. Son personajes, sobre todos Jesús, capaces de romper las normas en la búsqueda propia de todo ser humano: la libertad y la verdad. Si en un ejercicio mental nos remontáramos a ese lugar y a esa época y pensáramos de verdad en ella, creo que la sociedad en que vivía y se movía Jesús tuvo que ser parecida a la que con maestría nos relata Sánchez Bracho. También este es un libro que enlaza fácil con términos muy actuales y nos hacer pensar en esas "versiones oficiales"; "Secretos de estado" o "Daños colaterales". Todos los poderes, en todas las épocas se han movido por muy parecidos instintos. Aunque la Iglesia actual o el estado de Israel juega un papel colateral en la novela, esta presencia no de jade ser interesante. Nos lleva a preguntarnos sobre los secretos que oculta el Vaticano y en cuenta verdad histórica vive sepultada en beneficio de la ortodoxia. Quizás este sea el campo abonado para la secuela que M.S.B. ya prepara. En fin preguntas que emanan del libro y de la propia actitud vital del autor, porque Manuel Sánchez Bracho es un hombre que hasta donde yo sé, se ha dedicado toda su vida a hacerse preguntas. Es un espíritu inquieto que nunca se ha contentado con lo fácil y que siempre se ha interesado por cuanto lo rodea. Debió nacer en el renacimiento pero, para compensar ese fallo en la época, le parieron en Estepona, que no es cualquier sitio para bien nacer. Fue, que otra cosa podría ser MAESTRO, así con mayúsculas, en el más amplio sentido de la palabra. De esos de los de antes, de los que enseñaba a los alumnos las cosas de los libros y , sobre todo, de la vida. Junto a las matemáticas, lengua o literatura sus alumnos aprendieron, aprendimos, espeleología, amar las monedas antiguas,o a jugar al balonmano. Y sobre todo a conocer y amar nuestro entorno y a nosotros mismos. Apasiona por todo creó ESCUELA por donde pasó: En el mundo de deporte; en lavida política -aún se le recuerda como uno de los mejores alcaldes de estepona; o en el terreno personal, como atestiguan sus cientos de amigos. Inquieto desde la cuna sabe contar cuentos a los nietos, criar un huerto con los mejores tomates, pescar el pulpo, cocinar recetas antiguas o debatir sobre la vida o e flamenco hasta el amanecer si hace falta. Su pluma tiene ya largo recorrido, desde el amor a su pueblo reflejado en títulos como "estepona en el ayer", a libros didácticos. A tocado casi todos los palos y géneros, desde la poesía a teatro pasando por el genero musical. El flamenco es una de sus grandes pasiones. Entendió de los de verdad se ha atrevido con éxito con la creación propia y escribió, montó y dirigió y puso en escena un proyecto tan apasionado como apasionante: la opera flamenca "Xeb-Alamar". Y es que en resumen Manolo es maestro en el difícil arte de la vida y también en el de la literatura. Este libro es fruto de esa pasión y espero que los nuevos lectores lo disfruten tanto como yo. J.A.R.A.
Pinina Meller
Aprovechando que tenía libre la mañana, me senté en un café frente a mi casa, y terminé de leer la novela “La Janukiya del Maestro de la Verdad. Debo confesar que la novela me ha atraído muchísimo por la originalidad del relato, por el interés que despierta su lectura y por las ganas de conocer cuál sería el final de la historia. He puesto el énfasis en el conjunto de personajes históricos que se cita con tanta precisión y en la asombrosa y fantástica capacidad descriptiva de esta novela histórica, tan difícil de revivir humanamente y proyectarla hacia nuestros tiempos. Las citas geográficas de otrora enlazadas con los lugares actuales de Israel hacen que lo imaginario se fusione con lo real. A nivel personal y dada mi ascendencia, observo todo el panorama histórico sin detenerme en un solo personaje. Me encantó las frases con la que termina la obra: ¿"Hacia dónde?", "Hacia la verdad"... Estoy admirada de la capacidad creativa de su autor, de sus profundos conocimientos históricos a nivel universal y judaico, (no basta con ser historiador, ¿de dónde?), su memoria y sobre todo, su frondosa imaginación llega a convertirse en realismo mágico... Entiendo que la novela se basa además, en vivencias reales experimentadas en Israel. Puedo descubrirlo a través de sus citas y de mi conocimiento de los lugares. No me resta más que desearle al autor muchos años felices de creatividad y el éxito que bien merece “La Janukiya del Maestro de la Verdad”. Desde esta calurosa Tel Aviv, mi más cálido B R A V O!!! SHALOM, Pnina Meller
Manuela Lagos
Con La Janukiya del Maestro de la Verdad, Manuel Sánchez Bracho nos regala mucho más que una excelente novela histórica, ya que sus páginas son una invitación a dejarse llevar por el perfume, el sabor y el espíritu del Israel de principios de la era cristiana. El libro se compone de dos partes. En la primera se desarrolla una trepidante trama que desemboca en el descubrimiento de unos manuscritos y la segunda, el núcleo del libro, es su transcripción. Los manuscritos contienen una biografía en la que no solo se cuentan los acontecimientos más destacados, incluso los pequeños detalles, de la vida de una de las personas mas influyentes de la historia sino que es una profunda reflexión sobre su vida, en la que además de plasmar los crudos hechos que le acontecieron se describe la atmosfera social y política en la que le tocó vivir. Es una extraordinaria historia de amor y odio, de lucha por los ideales, de pasiones y mezquindades que ha superado la complejidad de unir realidad histórica y creación literaria. En definitiva, se trata de un admirable retrato de JESÚS y una recomendable lectura que aporta una nueva perspectiva histórica, como resultado de la fusión historia- ficción.
Juana Ramón Montes
En las páginas de “La Janukiya del Maestro de la Verdad” se describen hábilmente los lugares de la Baja Galilea desde los que los personajes y las situaciones atraen al lector con la fuerza y apasionamiento que el autor les aporta. Denota fervor en la forma de transmitir, por lo que consigue engancharte rápidamente, aportando imágenes que por su viveza consiguen transportarte al plano pretendido. Es una apuesta audaz en la que los datos históricos y la imaginación coexisten, elaborando un relato con la emoción que aporta la posible presencia del Maestro hombre, amor, intriga, pasiones, violencia, generosidad y ambiciones, que incitan al lector a hacerse algunas preguntas. Una novela es creación, pero cualquier tentativa de cruzar los límites establecidos genera opiniones diversas, por lo que opino que no dejará a nadie indiferente.
Alicia Amaro Mesa
Esta historia que comienza en la actualidad, se desarrolla en Israel, cuando el protagonista, en un viaje a la baja Galilea, de manera totalmente fortuita encuentra una gruta misteriosa en el Monte Tabor. Esto dará lugar a un entramado en el que se descubrirá una cantidad importante de pergaminos junto con una serie de objetos, como una Janukiya, en un recinto mortuorio perteneciente al parecer a Mat-Yah (Matías), compañero inseparable y gran amigo de Jesús. Los pergaminos encontrados, relatan de forma minuciosa toda la vida de Jesús, desde su nacimiento hasta su muerte. Esta novela como tal, me ha resultado cautivadora desde el principio al fin, por su descripción, su lenguaje y su intrigante contenido. La trama te arrastra con gran interés, sintiendo en algunas ocasiones gran empatía hacia los personajes. En mi opinión, el valor de la novela reside en su temática y en la importancia de la presencia femenina, ofreciendo al lector una igualdad real entre Marianne (María Magdalena) y Jesús. Por otro lado en la historia se nos presenta a un Jesús hombre, grande y humano, una persona que fue y es historia. Sin lugar a dudas, para mi, su figura es tratada con total respeto y seriedad, aunque también es cierto que como creyente que soy, discrepe con el autor en cuanto a algunas partes de su contenido, pues se contrapone en cuestiones importantes en las que se fundamenta mi fe. Por todo esto y como la finalidad de esta historia no me parece que tenga la intención de cuestionar ni mi fe ni mis creencias, como libro de ficción me parece extraordinario, por tanto mis felicitaciones al autor y mis mejores deseos de que la novela sea un éxito.
Benito González
La novela histórica “La Janukiya del Maestro de la Verdad” sobre la vida de Jesús, es distinta a la que nos cuenta la iglesia, es un auténtico disfrute para los sentidos. El tema es apasionante y es de las obras que hay que tener en tu biblioteca para releer. Manuel Sánchez Bracho debe de sentirse orgulloso de haberla escrito y yo dichoso de haber tenido la ocasión de leerla. "LA JANUKIYA", contiene: Misterios e intrigas relacionados con las antiguas civilizaciones, secretos que deben acallarse, intereses ideológicos en juego, revelaciones sobre los símbolos históricos más trascendentes... y las peripecias de un protagonista que se ve envuelto en complejas tramas, así cómo la de un investigador idealista que resolverá rompecabezas poniendo en peligro su vida para seguir indagando.
Francisco De Paula Benítez-Aguilar
Querido amigo Manuel: La presentación de tu novela La Janukiya del Maestro de la Verdad fue magnífica y de enorme interés. Vi que has disfrutado con la concepción, la gestación y el parto de 'La Janukiya'. Eso es algo que no te podrá quitar nadie. Estoy divulgando entre mis amigos, en privado, tu obra. Si quieres puede poner un enlace para que quien quiera lo compre. Creo que es realmente excelente y un tema que, aunque pueda parecer trillado, da mucho juego y más que pensar. Espero que vuelvas a Cádiz y podamos darle más difusión a tu obra.
Ana Margarita Pérez
Después de esperar mucho tiempo a que el libro llegara a mis manos, una vez que estuvo en ellas... temblé! A sabiendas de que trataba de una historia de ficción sobre Jesús y que había sido escrita por mi entrañable amigo, Manuel Sanchez Bracho, entré en conflicto. No pude empezar a leerla de inmediato. En mi cabeza bullían una serie de interrogantes.: Si lo que Manuel escribe sobre Jesús... no me gusta, qué haré? Cómo se lo diría sin ofenderlo? Y, si por lo contrario, si me agrada sobremanera, como se lo comentaría sin que él pensase que lo adulo por el cariño y la admiración que le tengo? Cómo leer el libro con abstracción hecha de mi amor y pasión por Jesús y de la sincera y gran amistad que me une al autor de la obra... y formarme un criterio objetivo sobre ella? Todos estos cuestionamientos se mantuvieron dando vuelta en mi cabeza por varios días, hasta que en una conversación con mi hija adolescente salió a relucir el tema. Ella, de manera muy natural y espontánea, me dijo: Madre, solo es un libro... léelo como cualquier otro; si te gusta lo aplaudes y si no te gusta, así lo haces saber; si Manuel es tu amigo... lo entenderá y agradecerá tu confianza y sinceridad. Estas sabias palabras de mi hija, quitaron de mi cualquier angustia y ansiedad, y comencé a leer el libro con tranquilidad y con la expectativa de qué y con qué me sorprenderá. Así, de ésta manera, fluyó la lectura con toda mi atención e interés. No hablaré sobre la obra en sí, porque no soy crítico literario. Pero lo que si puedo decir es que me trasladó en el tiempo y en el espacio. Podría jurar, sin que fuese en vano, que podía percibir la respiración de sus personajes... el latir de sus corazones en la odisea vivida por ellos. De igual manera, me llenó de sorpresas por los relatos de pasajes de la vida de Jesús por mí desconocidos y, contrarios a los enseñados por la Iglesia Católica, fe en la que he sido formada. No obstante, ninguno de éstos hechos que contradecían "mi verdad" sobre la vida de Jesús causó malestar o incomodidad alguna en mí; muy por el contrario, vino a confirmar todas las inquietudes que en mi se han ido forjando por el vivir el día a día. Jesús, el hijo de Dios hecho hombre... viviendo, sintiendo, amando, procreando y muriendo... como lo haría un hombre de carne y hueso. Nada de ello cambia o resta la inmortalidad divina de Cristo y sus mensajes de paz, amor, justicia y equidad... preceptos que han mantenido a las civilizaciones en armonía, siglos tras siglos. Eso si, no puedo mentir... solo quedó una interrogante en mí... que fue de la vida del niño Judas? Espero que estés escribiendo sobre una segunda parte de La Janukiya del Maestro de La Verdad... y dilucides mi inquietud. Felicitaciones y abrazos, amigo mío. La obra, según mi particular apreciación, se desarrolló dentro de un intrincado tejido con finos hilos históricos y de ficción... que me mantuvieron sumergida en una expectativa constante; y que denota el gran don creativo y capacidad de redacción del autor. Bravo!
José Flores Simón
He terminado de leer la novela "LA JANUKIYA DEL MAESTRO DE LA VERDAD" y puedo decir que es un libro muy ameno, interesante y profundo. Un libro que transmite sensibilidad, emoción, pasión y esperanza. Enhorabuena a Manuel Sánchez Bracho, su autor.
Miguel Ángel García López
Resulta evidente que “La Janukiya del Maestro de la Verdad”, me ha interesado, y su lectura hasta el final me ha llevado más tiempo del que yo en un principio pensara. No ha sido por desidia si por detenimiento. Hacía tiempo que no leía despacio. Empezaré por dar mi conformidad a la manera de narrar; sin rodeos, sin prosas alternativas, ni maravillosas descripciones. Solo se cuenta una historia en la que el paso del tiempo entre lo relatado y el relato tienen un objetivo claro, probablemente no pretendido pero aparente e incluso para algunos, no todos, probable. Las licencias históricas en cuanto a las “relaciones” entre los personajes siendo como son “licencias literarias” no tengo otras razones para rebatirlas que las propias y documentadas razones históricas. No obstante: O bien la Vida, Pasión y Resurrección de Jesús es algo infinitamente más grande que una bonita historia, o bien es infinitamente menos. Si es verdad (Cosa que creo firmemente) entonces se trata de un hecho supremo de la historia y en consecuencia; dejar de ajustar la propia vida a sus consecuencias significaría una perdida de tiempo irreparable. Si no es verdad, si Cristo no hubiese resucitado, entonces el cristianismo sería un fraude total lanzado sobre el mundo por unos embusteros consumados o, en el mejor de los casos, por unos estúpidos engañados con los que, y parafraseo a Chesterton, Jesús realizó, si es que se puede llamar así, el principal milagro…Convertir a unos pobres pescadores en predicadores del Evangelio y así hasta hoy. La cuestión es: Es cierta o falsa la Resurrección de Jesucristo? Creo que resulta vital decidirnos por una respuesta a ésta pregunta. Peo ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo examinar la evidencia de un acontecimiento que sucedió hace dos mil años? ¿Cree el autor que La Janukiya del Maestro de la Verdad ayuda a encontrar la respuesta
Miguel Rodríguez
Guste o no guste, se sea o no religioso, la figura de Jesús de Nazaret, no deja indiferente a nadie. Tuvo que ser un hombre sabio y adelantado a su tiempo, un librepensador con una visión de futuro excepcional. Desde ésta óptica a nadie puede ofender que se novele su vida, que se hagan conjeturas, o se planteen circunstancias que, historiadas o no, ciertas por confirmadas o irreales, seguramente acontecerían en la vida de Jesús, como de cualquier otra persona que viviera en su tiempo y en su entorno. Los hombres se casan, tiene hijos, y viven o sobrevive en las condiciones que marcan la época, el clima, quienes gobiernan, etc. El autor en “La Janukiya del Maestro de la Verdad”, solo hace describir estas realidades sumamente humanas de un personaje que para muchos transciende lo humano, viste con astucia acontecimientos que desde una visión fanática puede parecer milagros, pero que, noveladas, tendrían una explicación más racional para el conjunto de las personas, como pueden ser los episodios de la multiplicación de peces o del vino en las bodas de Canaá. No obstante, nosotros que tenemos una visión con 2000 años más de vivencias humanas, de inventos, de convulsiones, guerras, florecimientos culturales, ascensos y caídas de imperios, revoluciones de todo tipo, nos cuesta admitir y sobre todo a personas con una amplia cultura religiosa y fe, que el Hijo de Dios fue humano, y que vivió con un estilo de vida y bajo unas circunstancias muy peculiares como era el hecho de estar bajo dominio de un Imperio y en una sociedad donde había que cumplir socialmente con estrictas reglas de comportamiento. Esta novela atrapa sobre todo por el paisaje, ¿Por el paisaje? - Me explico; Las descripciones de los entornos, de las formas de vida y de vivir hacen que la novela prospere y enganche, no tanto el argumento, porque todos tenemos nociones básicas sobre al menos parte de la vida de Jesús, de sus últimos días y de lo que aconteció. El autor hace gala sin saberlo de su gran erudición, conoce de plantas, de aperos y de cómo la gente se desenvuelve socialmente. Se ha preocupado de aprender de geografía, de costumbres, de formas lingüísticas, etc., y eso se nota. Es una novela muy trabajada en esos aspectos que requieren de estudio previo y de amplia documentación. Cuando leemos es fácil introducirnos en el “paisaje” que se nos relata y fácil visualizar el caluroso desierto, el fértil palmeral o la árida Meseta que el autor nos describe. Nos trasladamos a un pasado sobre hojas de papel, y ya por esa simple magia, merece la pena haberla leído. Para terminar diré, que la novela como se diría de un buen vino, tiene cuerpo, por momentos es intensa, y al final deja un regusto a añoranza en la boca del lector.
Pilar Martínez Olmos
He leído la Janukiya con mucho interés por dos motivos de peso. El primero es que el tema me apasiona, no es la primera vez que lo busco y lo encuentro; y la segunda es porque hasta hoy no tuve el privilegio de contrastar datos, fechas, hechos con el autor de la misma. No obstante me dispongo a ser totalmente imparcial en mi comentario. Me gusta la Janukiya por la forma tan fluida y clara en que está escrita. Me gusta por lo respetuosa que es a la hora de tratar temas delicados para los creyentes. Me gusta porque se ocupa de la adolescencia de Jesús, época poco tratada en la mayoría de libros/novelas acerca de este mismo tema. Hay un trabajo tremendo de investigación que sorprende cuando vas constatando los hechos, los personajes....pero sin duda lo que mas me ha gustado es que da explicación creíble a milagros inexplicables para gente sin fe, como yo. Para los incrédulos, es importante la justificación de algunos hechos que durante siglos fueron llamados "milagros". Dulce, respetuosa y noveladamente fiel. Os costara pensar que estáis leyendo una novela, pues te metes de tal forma en ella que te da toda la impresión que estas presenciando lo acaecido en aquellos días-años. Enhorabuena Manuel... y gracias por este regalo, con el que tanto he disfrutado.
Pedro Menar
Me ha gustado la novela histórica La Janukiya del Maestro de la Verdad. Tanto es así que la he vuelto a leer y le he sacado muchas más cosas que en mi primera lectura. Es una novela valiente, que te hace pensar, que cuenta las cosas tal como debieron de suceder y no como nos la ha contado la Iglesia. Este es el Jesús que yo admiro, el que tuvo los pies en la tierra y el que revolucionó a la humanidad. Yo si hubiese vivido en su tiempo lo hubiese seguido y lo he comprobado al sentirme uno más de los personajes de la novela. Lastima que la Iglesia tergiversase su vida. Merece la pena leer la novela porque además de atraparte desde el inicio al final, es diferente a todas las relacionadas con este tema. Para mi la mejor novela de su género.
Noemí Paniagua Rúiz
Desde lo más profundo de mí ser, quiero decirles que la lectura de la novela "La Janukiya del Maestro de la Verdad" me atrapó desde las primeras letras. De una forma inexplicable, no pude dejar de leerla por la intriga de llegar al final. Ha llenado mi espíritu de sabiduría, me ha hecho vibrar, sentir, llorar, hacerme preguntas, pero a la misma vez ha aportado muchas respuestas a mi alma. Está tan maravillosamente escrita que te transporta a Israel como si de un viaje astral se tratase, la vives desde el principio como un personaje más de ella. En la jungla deshumanizada en la que vivimos hoy día, el leerla me ha hecho saber que no estoy equivocada cuando pienso que existe esa luz mágica y divina que ilumina a seres especiales. Es capaz de curar el alma. Gracias a Manuel Sánchez Bracho por escribirla para hacernos más generosos, sabios, seres humanos más humildes y enseñarnos el camino hacia la verdad de aquellos que creemos que existe esa LUZ.
Susana Hernández
Más de una vez había escuchado decir que leer un libro siempre es mejor y más interesante que ver esa misma historia reflejada en una película. Y es cierto, porque cuando leemos, cada uno de nosotros nos imaginamos los personajes de una forma personal y única, pero si esa misma lectura la vemos plasmada en una película, a partir de ahí, ya veremos a los personajes con las caras y las actitudes que nos ofrece la película y no ejercitaremos nuestra imaginación. Sin embargo, desde el primer instante que comienzas a leer “La Janukiya del Maestro de la Verdad” te adentras tanto en la vida de Jesús, compartes tantos sueños y logros con Él, que aunque hayas visto películas sobre Jesús o hayas leído textos sobre su vida, esta novela es tan creíble que cuando la terminas sería difícil imaginar que tuvo una vida distinta a la que nos describe. Felicito al autor por transmitir su verdad (¿ o la verdad?) y comentarle que son tan numerosos los parajes y lugares descritos y el interés que despertó en mí por conocerlos que en su lectura siempre me acompañé de mapas que me ubicaban en los lugares por los que transcurrió la novela.
Maica Gil Gómez
Buenas noches Don Manuel, mi atrevimiento a entrar en su pagina, no es otro que agradecerle su magnifica obra que me acabo de leer, desde el principio hasta el final, me ha envuelto totalmente , trasladándome dos mil años atrás, me ha hecho asistir aun alumbramiento, contemplar las estrellas, he asistido a una boda, he sentido el calor del desierto, el frio y la amargura de una muerte dolorosa, la lucha incansable de un pueblo ... en fin, Don Manuel, he quedado fascinada con la historia, de la cual me consta ocurrió tal y como usted la expone, esperando ansiosa su segunda parte, que según mi prima Ángeles Gil, está en proceso. Un saludo desde la Rioja. Maíca Gil Gómez. ( mi verdadero nombre es Mª del Carmen ).
José Carretero
Buenas noches, Manuel. Hace un instante que hemos acabado de leer tu novela (Preciosa novela) te hemos leído con mucho entusiasmo, nos ha encantado. Difícil imaginar el final de esta apasionante novela. Por cierto te hago llegar nuestras conclusiones de la misma: Pensamos que escribes fenomenal, y que has sabido de manera muy astuta enganchar al lector con esta apasionante historia de la vida de Jesús desde el punto de vista más humano y para nosotros el más creíble. Se ve perfectamente que los lugares que se nombra los conoces personalmente y que tanto, Ildefonso cómo Benor, existen en la realidad pero con distintos nombres. ¿El descubrimiento es pura ficción?, me imagino que está pensado para enganchar al lector y que todo eso sucede de verdad y el final pensamos que se ajusta al principio pura ficción. ¿Nos Equivocamos? Manuel, es cierto que está documentada en esos manuscritos?,¿ son reales, existen? O también son producto de la fantasía de la novela?. ¿En algún momento, en alguna excavación se encontraron esos restos pertenecientes a Jesús y Mariamne?. En definitiva, ¿cuánto hay de verdad documentada en toda la historia y cuanto de novela? , no nos dejes con la duda. Por cierto, si Jesús fue singular al igual que Mariamne, no lo fue menos, Mat-Yah.
Conchi Hurtado Ponce
No podéis imaginaros lo bien que lo he pasado leyendo la novela histórica, La Janukiya del Maestro de la Verdad. Durante los días de mis vacaciones ha sido una de mis mejores compañías. La Novela me ha resultado muy emocionante y su lectura super agradable. En La Janukiya del Maestro de la Verdad se descubre la valentía de Jesús y una riqueza humana inigualable. Claro que también en el libro se refleja, la persona que lo escribe, un gran escritor, por supuesto. Se la recomiendo a todos. Estoy deseando leer, su próxima novela que según tengo entendido será la segunda parte de La Janukiya del Maestro de la Verdad. Se la recomiendo a todos.
Rosa Ordóñez
Como humilde lectora de la novela “La Janukiya del Maestro de la Verdad”, he de decir que me he asombrado del trabajo de investigación que ha tenido que hacer el autor de la mencionada Obra. Y leyéndola me olvidé de la Biblia y de los evangelios creyendo que era una historia real. El libro es osado, pero qué más da. Cristo fue hombre y nadie sabe la verdad. Felicitación a Manuel Sánchez Bracho, su autor. Saludos Rosa
Asunción Rivera López
He terminado ya de leer la novela histórica La Janukiya del Maestro de la Verdad y me ha gustado muchísimo. Después de leer esta novela, he empezado a leer "El Símbolo perdido" de Dan Brown, pero sinceramente "La Janukiya del Maestro de la Verdad" me enganchó mucho mas. Espero la próxima, la segunda parte. Saludos.
Carlita Bastías Baier
Estoy leyendo el libro "Relatos y Leyendas de Xeb-Alhamar", del escritor español Manuel Sánchez Bracho. Lo tengo en mi escritorio de mi netbook. Es muy muy lindo la verdad. Lo felicito. Espero pronto tener en mis manos en formato de papel su novela "La Janukiya del Maestro de la Verdad", porque según veo en los comentarios, es un libro muy hermoso e interesante. Saludos desde el sur de Chile, con una noche muy lluviosa....
Carlos Javier García Calvo
He leído la novela histórica "La Janukiya del Maestro de la Verdad" del escritor Manuel Sánchez Bracho y al acabar este libro, deseo expresar el sentimiento de leer una historia tan emocionante y a la vez, redactada de una manera sencilla y cercana, que hacen que te involucres por completo en sus páginas. Una historia que te traslada a la ciudad donde nació Jesús, y a través del fascinante descubrimiento de unos manuscritos, nos adentra en un relato sobre la vida de este personaje siempre controvertido y polémico, relato contado por un judío, Mat-Yah, cuya presencia será decisiva desde su nacimiento hasta la muerte de Jesús. Realmente, os recomiendo este libro, el cuál recomendaréis también vosotros. Gracias a su autor por brindarnos y compartir con todos esta bella historia.
Elena Corbacho Navarro
Gracias por hacernos llegar un libro como LA JANUKIYA DEL MAESTRO DE LA VERDAD. Se puede decir que a simple vista es un libro de tema religioso, pero independientemente de la fe que cada uno profese te engancha, pues siendo yo misma agnóstica no pude librarme y he disfrutado cada página con curiosidad, sintiéndome parte de los protagonistas en la distancia, luchando, sufriendo y aprendiendo con ellos... sé muy bien que este libro sin duda lo disfrutará hasta el más ateo y no dudaré en recomendarlo. Espero halla una segunda parte donde pueda continuarse la historia, siento mucha curiosidad. Un saludo, Elena
José Antonio Díaz Palomo
La novela La Janukiya del Maestro de la Verdad en un principio te sorprende por su temática, luego si te dejas llevar vives en Israel y paseas por sus calles y pueblos, después te inquieta y te hace reflexionar, mas tarde ves lo esencial y eso te hace comprobar que al final lo adornes como lo adornes el amor esta ahí.
Esther Aranda
La lectura de “La Janukiya del maestro de la verdad” está siendo toda una experiencia. Me ha llamado la atención sobre todo la cuidada ambientación de la que hace gala la obra, desde un punto de vista geológico, sociológico e histórico. No suponiendo sólo una aproximación al Israel de la época tratada, sino siendo todo un ejercicio de introspección y meditación sobre nuestras propias convicciones. (Esther Aranda)
Juanini López
Felicidades Manuel por la publicación de la novela histórica “La Janukiya del Maestro de la Verdad”. Estoy terminándola y me esta dando pena de acabarla!!
María José López Aguilar
Cuando terminé de leer la novela “La Janukiya del Maestro de la Verdad”, entre otras reflexiones, recordé la respuesta dada, hace varios años, por un invitado en un programa de televisión, en el cual, era costumbre que tras la entrevista personal se le formulara una serie de preguntas para respuestas concretas. En aquella ocasión, cuando al invitado se le preguntó: ¿Qué personaje, real o de ficción, de la historia, le gustaría conocer? contestó: a Jesucristo. Además de admirar la importancia de la respuesta, siempre pensé si aquella persona consideraría a Jesús real o de ficción. Para todos los que leerán esta novela (¡Qué estoy segura serán muchísimos!), comprobarán como el autor, con una habilidad soberbia, les hará sentirse contemporáneos de Jesús de Nazaret; compartirán con Él numerosas vivencias: su mensaje, su ayuda y amor a los desfavorecidos, sus viajes por hermosos parajes descritos con una riqueza de detalles excepcional, su aprendizaje en distintas materias, sus diálogos con Matías, su amigo del alma, y, también, su dolor y abatimiento. Les envolverá de tal forma, que muchos de ustedes se rebelarán por la transformación que realiza sobre hechos que han sido inamovibles durante cientos de años o se resistirán a aceptar su sorprendente final, y es ahí donde está la maestría de esta lectura, porque cuando eso les ocurra querrá decir, que incluso habrán olvidado que es una novela. Permítanme, que no sólo felicite al autor, personalmente le quiero dar las gracias porque, real o soñado, me he sentido junto a Jesús. Para mí, como creyente ha sido una gran dicha.
Maria José López Aguilar
Comentario en facebook sobre la novela histórica "La Janukiya del Maestro de la Verdad" La lectura de la Janukiya, les envolverá de tal forma que muchos se rebelaran por la transformación que el autor realiza sobre hechos que han sido inamovibles durante más de 2000 año, o se resistirán a aceptar su sorprendente final. Es ahí donde radica la maestría de esta lectura, querrá decir, que incluso habran olvidado que han leido una novela. Permítanme, que no sólo felicite al autor de la novela "LA JANUKIYA DEL MAESTRO DE LA VERDAD", personalmente le quiero dar las gracias porque, real o soñado, me he sentido junto a Jesús. Para mí, como creyente ha sido una gran dicha.
Pilar Pérez Nogueira
Maravillosa la lectura de la Janukiya del Maestro de la Verdad, me ha encantado, es mas he regalado un par de libros a mis amigos. Una duda, eres tu el protagonista investigador junto con tu amigo o es ficción. La verdad es que siempre creí, a pesar de ser católica, que el tiempo en que vivió Jesús la vida era diferente y por tanto no me extrañaría nada que se hubiese casado, tenido mas hermanos, porque el problema de los católicos actuales es meter en una burbuja a Jesús como si no fuera humano y durante 33 años lo fue. Como tal vivió los problemas y las luchas contra el poder romano. Hay tanto que decir..... En definitiva, FELICIDADES.
Rocío Sánchez Rivera
Hace unos días terminé de leer La Janukiya del Maestro de la Verdad, que por cierto me ha gustado mucho. La primera parte me enganchó en seguida. Con sólo unas páginas leídas ya quería continuar adelante y devorar las palabras. Puedo decir que con este libro he sonreído, he sufrido, he llorado, me he sorprendido y también me he entretenido.

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