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25/05/2013 00:00

SEÑOR PRESIDENTE NO NOS ENGAÑE

Después de oírle  decir ayer hablando sobre el tercer aniversario de las pasadas elecciones Generales en las que usted con su partido sacó mayoría absoluta, he llegado a la conclusión que hay dos España, una, la que nos presenta usted y otra la que se vive en la calle. ¿Cuál de las dos es la real?:

 ¿La España de los parados, la de los trabajadores cada vez mas sometidos y acojonados por la inestabilidad de sus puestos de trabajo o la suya?;

¿La España de los jóvenes que al no encontrar aquí su laboro se han visto obligados a dejar nuestro país y marchar al extranjero o la suya?

¿La España de los mayores que además de ir perdiendo su poder adquisitivo, tienen que salir al paso compartiendo su pan con sus hijos y nietos porque estos están en paro o la suya?

¿La España de los maltratados por los bancos que además de ser desahuciados, se ven obligados a seguir pagando mientras vivan sus deudas o la suya?

¿La España de los pequeños comerciantes e industriales autónomos que se ven obligados a cerrar sus negocios porque además de sufrir la salvaje presión fiscal no obtienen los prestamos necesarios de la Banca para aguantar la actual crisis o la suya?

¿La España de esos cientos de miles de sufridores de los ERE salvajes que se vienen produciendo y que en realidad son despidos infames amparados por la nueva reforma laboral o la suya?

¿La España de los recortes irracionales que se vienen haciendo en la sanidad pública, en la Educación y en las Prestaciones Sociales... o la suya?

¿La España del desmantelamiento del actual sistema de prestaciones sociales o la suya?

¿O la España de esos millones de personas, -entre ellas muchas que votaron al PP- que en la calle luchan por sus derechos despojados y contra su política o la suya?

 ¿Es mentira esta España y verdad la suya? En sus declaraciones se ha presentado por encima del bien y del mal, como un dios. Señor Presidente quien se humilla ante el fuerte y avasalla a quien considera débil, merece la indiferencia y el desprecio de todos.

¿Todos van a estar equivocados Señor Presidente? ¿Solo usted va a estar en lo cierto?  Escuchándolo he tenido la sensación de que se considera poseedor de la verdad absoluta y mal que le pese, esta, no la tiene ni usted, ni yo, ni nadie.

Señor Presidente, no es más sabio el que menos errores comete, sino aquel que es capaz de enmendarlo a tiempo y quiero pedirle que lo haga, por su bien y por el de los nuestros.

Ha repetido en diferentes ocasiones -que prefiere cumplir con su deber antes que con sus promesas electorales. Señor Presidente, el deber de un político es cumplir con las promesas que lo ha llevado al poder. Lo contrario es engañarnos a todos y cometer un delito de fraude, aunque el mismo, no esté tipificado. El cumplimiento de su deber es solo suyo y le afecta solo a usted y a su conciencia; a mi me importa un bledo que usted cumpla o no con su deber, lo que realmente me interesa es la ejecución de su programa electoral porque me repugna que halla conseguido el poder no diciéndonos la verdad. Señor Presidente, la mentira siempre es despreciable, pero si quien la dice engaña a todo un pueblo para obtener un beneficio propio o partidista, esta se convierte en fraude.

Ha dicho en diferentes momentos  que la situación actual es consecuencia de la España dejada por el anterior gobierno. Es cierto que la herencia recibida no pudo ser más mala y por ello antecesor sufrió un descalabro electoral.

scrEs innegable que el paro ha ido creciendo y existen verdaderos dramas en cada una de estas familias, algunas de ellas –más de dos millones- sin que en sus casas entren dinero alguno, porque todos los que forman la unidad familiar están parados; y lo peor es que esta sangría no se ha cortado ni hay síntomas de que esto ocurra.

No se puede negar que con su reforma laboral se ha conseguido abaratar los despidos, tirar por los suelos los salarios, atemorizar a los trabajadores y facilitar los despidos a cotas impensables hace unos años, incumpliendo con ello sus promesas electorales al respecto.

 Podría seguir enumerando sus incumplimientos, pero necesitaría mucho más espacio para seguir haciéndolo, por ello solo añadiré que su mayor burla ha sido la ayuda que ha prestado a la banca sin habérsele pedido contraposiciones a cambio. Esta medida nos ha parecido injusta contra los más desfavorecidos, por ello no tengo por menos que decirle que quienes en nombre de España o del bien común cometen acciones injustas contra los más débiles, se convierten en estúpidos parias servidores de Don Dinero, aunque este sea Presidente de gobierno.

Manuel Sánchez Bracho